La leche de almendras es una
bebida vegetal que en los últimos años ha ganado mucha fama por
representar una de las mejores alternativas a la leche de vaca.
La leche de vaca ha perdido
la preferencia que tuvo alguna vez en cuanto a nutrición, ya que se ha
comprobado que muchas personas son intolerantes a la lactosa y pueden
desarrollar diferentes problemas de salud por consumirla.
Por esto, las opciones
vegetales como la elaborada con almendras hoy en día tienen un lugar especial
pues, aunque no tienen el mismo sabor, sí son una gran opción en cuanto a
nutrientes y bondades para la salud.
Disfrutando de su sabor y
utilidades, hace un tiempo se encontró que la combinación de esta leche
con miel de abejas puede provocar algunos cambios positivos en el organismo que
vale la pena considerar.
En esta oportunidad vamos a
compartir los grandes beneficios de mezclar y tomar estos dos ingredientes
todos los días.
1. Dormir mejor
Cuando el organismo tiene
que lidiar con grandes cantidades de azúcar en la sangre, existen más
dificultades para dormir bien y sin interrupciones.
El pequeño aporte de dulce
que nos proporciona la miel es un apoyo para mejorar la calidad de
sueño al apagar la orexina, un neurotransmisor que se encarga de la
vigilancia del cuerpo.
2. Prevenir el envejecimiento
Los antioxidantes que
concentran estos dos ingredientes tienen la capacidad de reducir el
impacto de los radicales libres en el cuerpo, moléculas que aceleran el
envejecimiento de la piel y de los demás órganos.
Esta receta se ha utilizado
desde la antigüedad como un elixir de la juventud que puede nutrir el cuerpo y
mejorar el estado de la piel.
3. Mejorar la digestión
Tomar un vaso de leche de
almendras y miel todos los días es una gran forma de apoyar los procesos
digestivos e intestinales y previene problemas como el estreñimiento,
la inflamación y los gases.
Lo mejor de todo es que
aporta sensación de saciedad, lo que va muy bien para aquellos que están
luchando por perder algunos kilos.
4. Proteger de enfermedades respiratorias
Las propiedades antibióticas
y antivirales de la miel la han convertido en un remedio milenario para acabar
con el dolor de garganta y los virus asociados con la gripe y el resfriado.
Combinada con esta leche
hace un increíble remedio para reforzar el sistema inmunológico, lo que mejora
la respuesta del cuerpo para combatir los microorganismos que afectan el
sistema respiratorio.
5. Más energía y concentración
Esta bebida tiene un valor
energético muy importante que sirve para empezar de la mejor manera el
día.
Las almendras son ricas en
vitaminas, minerales y proteínas, mientras que la miel también supone un
pequeño aporte de carbohidratos.
Por ello, se recomienda
tomar un vaso de leche de almendras con dos cucharaditas de miel en aquellos
momentos donde se necesite un impulso de energía y concentración.
6. Agentes antibacterianos
Está demostrado que, al unir
estos dos ingredientes, se consigue un remedio eficaz contra la Staphylococcus,
un género de bacterias estafilococáceas de la clase Cocci.
¿Cómo preparar leche de almendras con miel?
En algunas tiendas
herbolarias o naturistas están distribuyendo leche de almendras para
prepararla de forma instantánea.
Sin embargo,
elaborarla en casa es muy simple y queda la tranquilidad de que los
productos son 100% naturales y no tienen ningún tipo de añadido.
Si has elegido esta última
opción, continúa leyendo las instrucciones:
Ingredientes
-2 tazas de almendras
naturales sin tostar (280 g)
-6 tazas de agua potable (3
litros)
-Miel de abeja.
Preparación
Pon a remojar durante 12
horas las almendras en agua filtrada y consérvalas en el refrigerador.
Al día siguiente o pasado el
tiempo recomendado, elimina el agua de remojo y licúa las almendras con las 6
tazas de agua potable.
Pasa la preparación por un
colador de tela e introduce el líquido en un envase de vidrio con tapa.
Dura aproximadamente 4 o 5 días
en la nevera y para preparar este remedio solo se le debe agregar un par
de cucharaditas de miel.
Con los restos que quedan en
el colador puedes hacer harina de almendras:
Pon el remanente en una
bandeja bien esparcida y hornea a temperatura mínima durante 1 hora o
hasta que esté seca la preparación.
Cuando esté lista, la puedes
tamizar o licuar ligeramente para que tenga más consistencia de harina.
Tanto la miel como las
almendras nos aportan un extra de energía y son ricas en antioxidantes, por lo
que nos ayudan a combatir los radicales libres que provocan el envejecimiento