Para aliviar el dolor puedes darte masajes con aceites esenciales. Para que los músculos vayan ganando flexibilidad es muy importante que hagamos ejercicios suaves y lentos
¿Sabes qué es el cuello
rígido? ¿Te gustaría aprender a solucionar este problema que aqueja a
muchas personas? Entonces, sigue leyendo este artículo.
El llamado “cuello rígido”
está caracterizado por la dificultad de mover o voltear el cuello ya que esto
genera mucho dolor e incomodidad. Puede estar acompañado por otros síntomas
tales como cefaleas, molestias en los hombros o brazos, dolores punzantes
e insoportables en el cuello, imposibilidad de dormir por este
motivo, etc.
Más datos sobre el cuello rígido
El dolor puede aparecer de
un momento a otro y también irse tal como llegó. Si se trata de un
dolor recurrente, que no desaparece con el correr de los días o suele padecerse
varias veces al mes, puede decirse que se trata de un caso crónico y que
realmente hay que prestarle atención.
¿Por qué puede aparecer el dolor de
cuello?
El cuello rígido tiene
muchas causas, entre ellas:
-Esguince o lesión muscular
-Mala postura
-Estar muchas horas seguidas
de la misma manera (sentado, sobre todo)
-Estrés
-Tensión
-Mal dormir
-Forzar el cuello al
levantar algún peso o hacer un movimiento
-Ejercicios como
levantamiento de pesas
Puede presentarse como
consecuencia de condiciones más graves y allí es necesario tener mucho cuidado.
La meningitis o la hernia de disco son causales de cuello rígido, por
ejemplo. Es vital no pasar por alto los síntomas, sobre todo si son cada vez
más intensos.
Remedios caseros para el “cuello rígido”
Como ya hemos dicho antes,
el cuello rígido puede ser leve o intenso (crónico). En este último caso, no
podemos girar la cabeza sin sentir un gran dolor. Algunos tratamientos que te
serán muy útiles en caso de que siempre estés sufriendo este problema son:
Masajes
Es el remedio casero más
popular. Puedes ir a un masajista especializado o bien pedirle a alguien en
casa que te haga masajes en el cuello, siempre con mucho cuidado. Para que el
efecto sea mayor, puedes, por ejemplo, usar aceites esenciales. No es necesario
que vayas a comprar uno ahora mismo, puedes utilizar los que tienes en casa,
como el aceite de oliva o de almendras, ¡hasta sirve el de bebé! Solo
tienes que calentarlo un poco a baño María o en el microondas. Ten cuidado de
que no te queme la piel. El calor y los movimientos son muy buenos para
descontracturar los músculos del cuello y de cualquier parte del cuerpo.
Toma unas gotas del aceite
elegido (si has optado por los aceites esenciales puede ser de lavanda o de
romero) y aplica en la zona afectada con movimientos circulares, ejerciendo
cierta presión. Te servirá para relajar los músculos doloridos y promover
la circulación de la sangre, reduciendo la rigidez en pocos minutos.
Calor
Aplicar calor en el cuello
rígido es una excelente forma de aliviar los dolores. Puedes, por ejemplo,
darte una ducha bien caliente y dejar que el agua caiga en tu nuca, mojar una
toalla con agua hirviendo y aplicar como si fuera una compresa alrededor del
cuello, o bien colocar la almohadilla térmica o eléctrica. Cuando esta
alternativa no existía, se solía calentar una manta o algo similar en el horno
(con mucho cuidado de que no se quemara) y colocar encima del cuello. Una
tendencia cada vez más usada son unos pequeños cojines con semillas o arroz dentro,
que se calientan en el horno y cumplen esa misma función.
Frío
Al igual que ocurre con el
calor, esta técnica es muy buena para el cuello rígido. Esta opción está
indicada para cuando el dolor se debe a una lesión y la zona está
inflamada. Si soportas bañarte con agua fría, haz lo mismo que se te indicó
antes con el agua caliente, deja que caiga una buena cantidad de agua en la
nuca. También puedes aplicar unos cubos de hielo envueltos en una toalla, paño
o lienzo (nunca directamente sobre la piel) y hasta sumergir una toalla en
un cubo con agua y hielo.
Sal de Epson
Darse un baño con sales de Epson
puede ser un excelente remedio para el cuello rígido. Es una sal rica en magnesio que
promueve la circulación de la sangre y además tiene la capacidad
de reducir la tensión muscular. Llena la tina con agua tibia y coloca un
puñado de sales de Epson para que se disuelvan. Sumérgete bien para que el agua
llegue a mojar el cuello. La buena noticia es que esta receta o técnica también
te ayudará en general a estar más relajado y descontracturado.
Vinagre de manzana
Son muchas las propiedades
del vinagre de manzana para la salud. En el caso de los dolores musculares
ayuda a reducir la hinchazón. Simplemente tienes que embeber un paño con
vinagre y colocar en el cuello en forma de compresa. Otra opción es hacer
friegas con vinagre en el área afectada. En cuestión de minutos el dolor
desaparecerá.
Rábano
Corta unas rebanadas de
rábano crudo y aplica en el área dolorida. Deja actuar unos minutos y luego
retira con agua tibia. Es un calmante muy bueno y una receta refrescante y
asequible.
Ejercicios
Si bien es cierto que cuando
tenemos el cuello rígido no lo podemos mover, ya sea por dolor o por miedo,
también es necesario que los músculos de a poco vayan teniendo más
flexibilidad. Entonces, empieza por ejercicios suaves y muy lentos,
prestando atención al dolor, pero que este no sea un impedimento para seguir.