PARA MINIMIZAR EL RIESGO DE
ESTE SÍNDROME ES FUNDAMENTAL NO LLEVAR TAMPONES MÁS DE 8 HORAS SEGUIDAS Y, AL
MENOS UNA VEZ AL DÍA, COMBINARLOS CON EL USO DE COMPRESAS CONOCE CUAL ES LA
ENFERMEDAD BACTERIANA QUE PUEDES ADQUIRIR Y SUS TERRIBLES CONSECUENCIAS.
Los tampones son un elemento
de higiene femenina que se han popularizado en los últimos años por su
facilidad de uso y comodidad para sentirse mejor en “aquellos días”.
Sin embargo, una de
las advertencias que aparecen en todas sus cajas es que pueden llegar a
causar síndrome de shock tóxico, que es un tipo de enfermedad bacteriana que
se produce en extrañas condiciones, y que puede llegar a ser letal cuando no se
le da una atención oportuna.
Un reciente caso de esta
enfermedad fue el que le ocurrió a una exitosa modelo estadounidense
llamada Lauren Wasser, quien al final tuvo que ser intervenida con una cirugía que
le costó una de sus piernas.
¿Qué es el síndrome de shock tóxico?
Esta extraña enfermedad es
uno de los principales riesgos de utilizar tampones sin precaución, la cual es
provocada por una bacteria llamada Estafilococo Aureus que se encuentra de
forma natural en nuestra piel, axilas, vagina, perineo y faringe, sin que esto
quiera decir que provoque por sí sola una infección.
De hecho, se estima que un
tercio de la población mundial tiene esta bacteria en su cuerpo, sin que esto
quiera decir que sufra de problemas de salud por su acción.
El problema con esta
bacteria ocurre cuando su ambiente se altera y se crea un entorno cálido
que da pie a su proliferación, momento en el cual puede liberar toxinas que
afectan de forma directa al organismo.
Dicho ambiente se crea con
el uso de tampones absorbentes que, al concentrar tantos fluidos por
largo tiempo, favorecen el que esta bacteria crezca.
Este tema no es inventado
y tampoco es una campaña contra los fabricantes de estos elementos. De
hecho, todas las marcas de productos de higiene femenina hacen esta
advertencia, pero lo hacen en la letra más pequeña que casi nunca nos detenemos
a leer.
Desconocer la enfermedad y
los síntomas derivan en todo un caos en el cuerpo, ya que la mujer no sabe
qué es lo que tiene exactamente y en ocasiones no actúa hasta que ya
es demasiado tarde.
Esto fue lo que le pasó a
Lauren Wasser, quien, tras pagar las consecuencias de la enfermedad, comparte
su caso con todo el mundo para que las mujeres sean más precavidas al
utilizar este producto.
La historia…
Para Lauren su triste
historia comenzó un 3 de octubre de 2012, cuando empezó a sentirse débil como
si tuviese una gripe. Casualmente en ese momento tenía el periodo
menstrual, por lo que estaba utilizando sus tampones habituales, que siempre
prefería, por comodidad.
Ella ya llevaba 11 años
lidiando con su periodo menstrual y, desde siempre, los tampones fueron su
opción preferida para cuidarse y sentirse segura en “esos días”.
Como le suele ocurrir a
todas las niñas, a llegar a cierta edad, su mamá le explicó cómo debía utilizar
los tampones, cómo era el aplicador y por supuesto advirtiéndole que lo
tenía que cambiar cada 3 o 4 horas porque dejarlo más era un riesgo para la
salud.
Ese día, Lauren lo cambió a
las horas de siempre, siguiendo la recomendación de su mamá, pero por la noche
durante una fiesta de cumpleaños su malestar fue aumentando.
Traté de actuar con normalidad, aunque
en ese momento estaba luchando para mantenerme en pie, todo el mundo me decía:
Tía, que mal aspecto tienes. Cuando no pude más, volví a casa, me tumbé en la
cama y cerré los ojos. Lo único que quería hacer era dormir.
Ese mismo día, Lauren
no fue al hospital y al final se quedó dormida después de haberle
comentado a su madre que lo único que quería era dormir.
A la mañana siguiente, por
la preocupación, la madre envió a un amigo junto a un policía, quienes
encontraron a la modelo en el suelo de su dormitorio.
Su vida se considera ahora
como un milagro, pues los médicos aseguraron que estuvo a 10 minutos de morir. Ingresó
al hospital con 42 ºC de fiebre, sus órganos fallaban y temían que
sufriese un ataque al corazón.
Más tarde, después de
intervenirla para salvarle la vida, Lauren fue diagnosticada con el
síndrome de shock tóxico y, para su desgracia, la infección ya había provocado
gangrena.
Tras perder la pierna,
ella pensó que su vida como modelo había terminado y que ya nada tenía sentido.
Sin embargo, con el tiempo logró recuperarse y entender que aún tenía
mucho por delante, además de tomar fuerza para empezar a luchar por dar a
conocer esta enfermedad.
Su abogado confirmó que ella se
querellaría contra la marca (Kotex Natural Balance), por la poca
información que existe sobre los riesgos que el uso de tampones
implica para la salud.
Ahora, después de tres años, la
modelo se encuentra mejor y ya ha vuelto a trabajar gracias al apoyo de
quienes aún creen en ella.
En la última sesión de fotos decidió
enseñar por primera vez desde la tragedia todo su cuerpo, en una sesión de
fotografías en la que ya se atreve a mostrar su pierna protésica.