Té de ajo. ¿Lo has probado
alguna vez? En nuestro espacio ya te hemos hablado en numerosas ocasiones de
los grandes beneficios de tomar un ajo en ayunas con un vaso de agua
pero, en esta ocasión, queremos ofrecerte una receta medicinal conocida desde
la antigüedad.
Se sabe que el té de ajo era
muy común en la Grecia antigua y que se usaba sobre todo para fortalecer el
organismo, para mejorar la salud general y, a su vez, dotar a las personas de
energía y juventud. Nos puede parecer exagerado, no hay duda. No obstante, ya
conoces las virtudes del ajo como antibiótico natural o como fuente de
antioxidantes, así que… ¿Por qué no probar este té de ajo tan delicioso como
original?
Las increíbles propiedades del té de ajo
Hemos de admitirlo, en
ocasiones no resulta muy fácil comernos ese diente de ajo matinal con el
estómago vacío, de ahí que una opción interesante sea, sin duda, este sencillo
té de ajo. ¿Quieres saber todo lo que puede hacer por ti?
Es un complemento ideal para ir
perdiendo peso poco a poco. El té de ajo es un excelente depurativo que nos
permite ir disolviendo ese exceso de grasa en nuestro organismo. También hemos
de tener en cuenta que es un modo muy adecuado de acelerar nuestro
metabolismo y que, si nos acostumbramos a tomarlo cada mañana, no solo
cuidará de nuestra salud general, sino también de nuestra figura.
El té de ajo es, además, un
remedio económico y efectivo de mejorar nuestra salud cardíaca. Favorece
nuestra circulación, reduce el colesterol malo o LDL, dilata los vasos
sanguíneos y evita la arterioesclerosis.
¿Sabes cuántas vitaminas puedes
conseguir con un solo vaso de té de ajo al día?
¡Muchas! Tendrás vitaminas
A, B1, B2 y C y excelentes antioxidantes, perfectos para cuidar de tu
vista, de tu piel, evitando además el envejecimiento prematuro.
Como ya sabes, el ajo es un
excelente antibiótico natural. Esto significa que vamos a poder prevenir
desde esos molestos resfriados hasta fortalecer nuestro sistema inmunológico
para evitar otras enfermedades. De hecho, se sabe que los soldados griegos
tomaban este té de ajo después de las batallas para curar sus infecciones.
Así pues, como puedes ver, los “milagros” que atribuían al té de ajo en la
antigüedad no eran tan exagerados.
¿Cómo puedo preparar mi té de ajo?
Te ofrecemos la receta
de para una sola taza. Toma nota de todo lo que vas a necesitar para que
sea realmente deliciosa, sin que tengas que preocuparte tampoco del mal aliento
que pueda dejarte después.
Ingredientes
-Un diente de ajo.
-Un vaso de agua (200 ml).
-Un poco de jengibre rallado
(3 g).
-1 cucharada de jugo de
limón (15 ml).
-Una cucharada de miel (25
g).
Preparación
Es muy fácil de preparar. Lo
primero que debes hacer es poner a hervir ese vaso de agua. Mientras
llega a ebullición, iremos cortando en trocitos muy pequeños el ajo o, si lo
deseas, puedes picarlo. Como tú prefieras. De este modo se obtendrán mucho
mejor sus propiedades durante la cocción.
Una vez llegue a ebullición
el agua, ya podemos añadir los 3 gramos de jengibre rallado y el ajo
picado. Permite que se haga la cocción a lo largo de 15 o 20 minutos. Pasado
ese tiempo, no tienes más que apagar el fuego y permitir que esta infusión
repose 10 minutos más.
¿Ya lo tienes listo?
Excelente. El siguiente paso
es fácil. Cuela el contenido y quédate con el agua obtenida durante la cocción.
Ahora no tienes más que añadir esa cucharada de jugo de limón natural y
una cucharada de miel con la que endulzar esta deliciosa infusión o té de ajo.
No debes preocuparte por el
mal aliento que pueda dejarte el ajo. Al haber incluido en la cocción el
jengibre y el limón, el olor va a desaparecer por completo en nuestra
boca, de modo que vas a disfrutar de un remedio medicinal y muy agradable.
¿Cuándo debo tomarlo?
Lo podemos tomar cada día
por la mañana y en ayunas, nada más levantarnos. Conseguirás los mismos
resultados que tomando ese diente de ajo natural y, además, te beneficiarás de
una saludable infusión de jengibre y limón. Una sencilla receta curativa
llena de antioxidantes, vitaminas y minerales estupenda para tomar cada día.
Un hábito excelente para tu
salud que te salvará de muchas enfermedades cotidianas.
¿Qué tal si hacemos caso a
los griegos de la antigüedad y lo empezamos a tomar cada día?