Los poros
dilatados son algo muy común entre la población. Es ese matiz que, en
ocasiones, nos obliga a tener que utilizar algo más de maquillaje para
atenuarlos. Pero antes de cubrirlos, merece la pena tratar su origen. Te lo
explicamos.
¿A qué se deben los poros dilatados?
Nos incomodan. Sabemos que
no se deben a ninguna enfermedad, que no trae ninguna consecuencia negativa.
Sin embargo, no nos gustan. Son muchas las mujeres que
deciden disimularlos con maquillaje, pero algo así trae como consecuencia
el que empeoremos la situación.
Llenamos esos poros
dilatados de sustancias que los ensucian más aún y que empeoran su
aspecto. Las causas por las que solemos presentar este matiz tan habitual en
nuestra piel son las siguientes:
Hemos de recordar que la
piel tiene glándulas productoras de sebo. Los poros que vemos abiertos son
resultado de los conductos de salida de dichas glándulas.
El que los poros sean más o
menos grandes se debe en ocasiones a factores genéticos, al exceso de
grasa o sudoración, o a la incorrecta limpieza de nuestro
cutis.
A un poro más grande, más cantidad
de sebo que producimos. Esto no es malo, al contrario. Con ello evitamos
infecciones, y lubricamos mejor el rostro, aunque obviamente, ello supone
tener el rostro más brillante. Con más grasa.
La zona donde más solemos
evidenciar poros dilatados es en la nariz.
Mascarillas adecuadas para los poros
dilatados
1. MASCARILLA DE HARINA DE TRIGO Y
LIMÓN
-Medio vaso de agua tibia.
-3 cucharadas de harina de
trigo.
-El jugo de
medio limón.
¿Por qué es tan adecuada esta mascarilla
para tratar los poros dilatados?
Hemos de recordar
que el limón es un gran astringente, ideal para tratar el exceso de grasa,
los puntos negros y los poros dilatados.
En cuanto al trigo, es
increíblemente beneficioso para la piel. Dispone de cinc, vitamina E
y vitaminas del grupo B. Nos aporta nutrición, atenúa el efecto grasa,
hidrata, da elasticidad y cierra los poros abiertos. Es ideal.
¿Quieres saber cómo elaborarla?
Es muy sencilla de hacer.
Solo tienes que obtener una pasta lo bastante espesa para poder aplicarla en el
rostro. Mezcla la harina, el agua y el limón hasta que quede bien homogéneo.
Aplícalo en tu
rostro 20 minutos y procura no gesticular.
Retírala después con agua
fresca, para luego aplicarte tu crema hidratante de siempre.
Perfecto para hacer por las
noches y dos veces por semana.
2. MASCARILLA DE ALOE VERA Y NARANJA
-El jugo de una naranja.
-Una cucharada de gel
de aloe vera.
Puede que esta combinación
te sorprenda, pero es una de las más eficaces para tratar los poros
dilatados. La naranja es rica en vitamina C, exfolia y limpia los poros.
Además, dispone de un tipo de ácidos llamados alfahidroxi, ideales para ir
cerrando poco a poco nuestros poros.
En cuanto al aloe vera, es
maravilloso para la piel. Equilibra, matiza y tonifica la piel, a la
vez que atenúa cualquier imperfección.
Toma nota de cómo elaborar tu mascarilla.
Obtén primero el jugo
de naranja.
Extrae una cucharada de gel
de aloe vera.
Calienta un poco el jugo de
naranja, y añade poco a poco el aloe. De este modo mezclaremos muchos
mejor ambos ingredientes.
Una vez esté bien homogéneo,
deja que se enfríe un poco. Si está tibio mucho mejor. Aplícalo con ayuda de un
algodón.
Deja que la máscara actúe
unos 20 minutos, para posteriormente retirarla con agua fresca.
Aplícate después una crema
hidratante.
3. MASCARILLA DE BICARBONATO DE SODIO Y
CLARA DE HUEVO
-Medio vaso de leche.
-Una cucharada
de bicarbonato de sodio.
-La clara de un huevo.
Un remedio ideal para tratar
los poros dilatados. El bicarbonato actúa como un excelente astringente, trata
y exfolia adecuadamente la piel. Combinado con la leche y la clara de huevo,
conseguirás nutrir y tonificar tu cutis.
Toma nota de cómo hacerlo:
Calienta un poco la leche,
que esté tibia.
Añade una cucharada
pequeña de bicarbonato de sodio y la clara de huevo.
Puedes utilizar la batidora
o una cuchara para mezclarlo bien. Buscamos que todo quede homogéneo y
unificado.
La pasta que obtendrás será
más bien líquida, así que utilizaremos un algodón para aplicarla sobre la piel.
En este caso, lo que haremos
es masajear bien la piel en lugar de dejarla actuar. Haz círculos con el
algodón para tonificar y estimular el poro, de ese modo el bicarbonato actúa
mejor.
Perfecta para hacer dos días
a la semana. Una vez hayas masajeado tu cutis 15, minutos, enjuaga
con agua fresca e hidrata. Muy fácil.
Para finalizar, queremos
indicarte que estas mascarillas son ideales para aplicarlas después de una
ducha caliente. El vapor habrá abierto más los poros y nuestros remedios
naturales actuarán mejor.
Utiliza aquella mascarilla que
más te guste. Todas son para pieles grasas. Lo más adecuado es
siempre mantener una buena limpieza y aplicarte tras ellas una adecuada crema
hidratante. Poco a poco tus poros dilatados se atenuarán.