sábado, 14 de marzo de 2015

REMEDIOS CASEROS PARA TALONES AGRIETADOS Y DUREZAS





La piel de nuestros talones es sin duda una de las más castigadas, ya que entre otras cosas, está en constante fricción con los zapatos o el suelo, además de estar soportando todo el peso de nuestro cuerpo. Cuando la exponemos además a la acción de agentes como el frío, el calor o el viento, la piel acaba estropeándose.
Además de los agentes externos, enfermedades como la diabetes o la obesidad pueden provocar la aparición de talones agrietados, un problema muy común tanto en hombres como en mujeres cuya solución es tan sencilla como aplicarnos diariamente cremas caseras que hidraten esta maltratada zona de nuestro cuerpo.

En el artículo de hoy vamos a ampliar nuestra lista de remedios contra los talones agrietados con las siguientes soluciones naturales. No dejes de probarlas:
Cómo curar los talones agrietados

Aceite de coco
Como ya descubrimos anteriormente, el coco es un alimento muy beneficioso para nuestra salud, con el cual podemos desde preparar un sencillo blanqueante natural para dientes, hasta una mascarilla hidratante para pieles secas o aliviar el dolor de pies entre otros.





Al ser un alimento con propiedades humectantes, su uso en la reparación de talones agrietados es muy eficaz y altamente recomendado, ya que además de hidratar nuestra piel, es capaz de nutrir y fortalecer el tejido subcutáneo en profundidad, mejorando así el estado de nuestros pies de manera considerable.

Para beneficiarnos de sus propiedades lo único que necesitamos es masajear todas las noches nuestros pies con aceite de coco durante al menos un par de minutos. Sencillo y efectivo.
Ungüento de papaya
La papaya es una fruta tropical que nos ayuda a combatir los talones agrietados gracias a sus propiedades hidratantes y reparadoras de los tejidos cutáneos. Aun si nuestros talones están muy deteriorados, la papaya puede ayudarnos a sanarlos y devolver la suavidad a nuestros talones.
Trituramos un trozo de papaya con ayuda de un tenedor y nos aplicamos la pasta resultante en la zona a tratar, dejándola actuar durante quince o veinte minutos. Pasados esos minutos retiramos con agua tibia.
Baño y exfoliación con piedra pómez
Cada noche, mientras descansamos en el sofá o sillón antes de irnos a dormir, metemos los pies en un recipiente con agua caliente durante al menos quince minutos. Pasado ese tiempo, y sin tocar las zonas agrietadas de nuestro talón, nos frotamos las durezas con piedra pómez para eliminar las células muertas y dejar paso a la piel suave que queda debajo. Seguidamente nos enjugamos los pies, nos aplicamos crema hidratante y nos acostamos.
Un sencillo hábito que no consume tiempo y que además de ayudarnos a mejorar el aspecto y salud de nuestros pies, favorecerá su descanso después de un duro día.
Crema de aguacate y banano
Para hacer esta crema se tritura la mitad de un aguacate y un banano pequeño. Se revuelve bien y se unta como mascarilla en los talones. Se envuelven los pies en papel plástico del que se usa para tapar comida y se deja unos 20 o 30 minutos y se lava. Se repite tres veces por semana hasta obtener los resultados deseados.
Exfoliante de limón para suavizar la piel dura
Este exfoliante es para eliminar la piel muerta de los talones que hace que el pie se sienta rugoso y áspero. Este exfoliante solo se debe usar si la piel no se ha agrietado mucho ya que si se pone en piel abierta va a arder mucho.
Agua de rosas y glicerina
La mezcla de agua de rosas y glicerina es muy popular para suavizar las manos y también sirve para suavizar los talones endurecidos. El agua de rosas se puede hacer echando una taza de pétalos de rosa en una taza de agua hirviendo. Se deja reposar hasta que se enfríe. Después se cuela, se tiran los pétalos y te dejas el agua. Le agregas dos cucharadas de glicerina al agua de rosas y te pones la mezcla todas las noches en los pies limpios. Te pones calcetines encima.
Después de unas tres noches de tratamiento, remojas los pies en una palangana con agua tibia por unos 10 minutos y con una piedra pómez raspas la piel dura. Te sigues poniendo la mezcla de agua de rosas y glicerina por las noches para mantener los pies suaves.
Baño de pies de miel de abeja
Se echa una taza de miel de abeja en una palangana con agua tibia y se revuelve. Se meten los pies y se dejan por una media hora. A la media hora se sacan y se raspan las partes de piel endurecida y rugosa con una piedra pómez. Se enjuagan los pies y se secan bien.
Manteca de cacao
La manteca de cacao es un excelente hidratante y se puede usar para suavizar la piel de los talones. Todas las noches antes de acostarte te puedes poner una cantidad generosa de manteca de cacao en las suelas de los pies.