¿Qué son las varices?
Las varices son venas
dilatadas que suelen aparecer en las extremidades inferiores como consecuencia
de una insuficiencia venosa que impide el correcto retorno de la sangre de las
venas al corazón. La causa es un mal funcionamiento de las válvulas venosas,
cuya función es favorecer el retorno de la sangre al corazón, y al no cerrarse
adecuadamente, hacen que la sangre se acumule en las venas más inferiores
dilatándolas.
Las varices aparecen
inicialmente como pequeñas arañas vasculares que son azules y moradas
y que no suelen producir molestias. No siempre estas arañas vasculares deben
evolucionar a varices de grado II, pero si lo hacen empiezan a ser sintomáticas
produciendo pesadez en las piernas, cansancio, calambres, picor y edema. En
esta fase los síntomas pueden mejorar si se aplican los consejos que más
adelante os damos. En cualquier caso cuando las varices empiezan a presentar
sintomatología deben tratarse, si no, la tendencia del problema es cronificarse
y, tarde o temprano se llegará al estadio III.
Las venas en estadio III son
aquéllas que producen un edema generalizado de las extremidades inferiores y
cambios en la coloración de la piel. Cuando se producen ulceraciones,
hemorragias o tromboflebitis, se habrá alcanzado el estadio IV.
Factores de riesgo
Las principales causas son
la vida sedentaria que realizamos, la falta de ejercicio y un
componente genético que parece que supone un 25%.
Otros factores que aumentan
las posibilidades de su aparición son: sobrepeso, hipertensión arterial,
permanecer mucho tiempo de pie sin caminar, tabaquismo,
hipercolesterolemia, exposición al calor, uso de anticonceptivos orales,
embarazo. Éstas últimas suelen mejorar a los pocos meses de dar a luz sin
complicaciones, pero debemos estar atentas porque suponen que tenemos una
cierta tendencia a su aparición y probablemente volverán a hacerlo en el futuro.
Remedios caseros con hierbas para las
várices
-Colocar en una
taza de agua hirviendo 1 cucharadita de raíz fresca de jengibre.
-Colocar 2
cucharaditas de la planta seca de cola de caballo en 1 taza de agua hirviendo.
Estos remedios caseros para las várices se deben tomar fríos y no más de una taza por día.
Estos remedios caseros para las várices se deben tomar fríos y no más de una taza por día.
Mascarilla casera de zanahoria y aloe vera
contra las várices.
Ingredientes:
-Una zanahoria
-Pulpa de aloe
vera o sábila
-Cantidad necesaria
de vinagre de manzana
Preparación:
Corta
media zanahoria en trozos y colócala en el vaso de la batidora, donde
añadirás una similar cantidad de pulpa de aloe vera o sábila. Esta la
consigues cortando transversalmente los tallos y retirándola de su interior.
Procesa bien añadiendo un
chorro generoso de vinagre de manzana, en una cantidad suficiente como para que
se forme una pasta homogénea y untable.
Finalmente tocará el momento
de la aplicación de esta mascarilla anti várices. Colócala sobre las
partes de las piernas que estén afectadas por este problema e intenta
mantener tus pies en alto durante unos 20/30 minutos. Finalmente retira
con agua fría.
Arándano: el arándano favorece
la circulación sanguínea, posee propiedades vasodilatadoras, antihemorrágicas y
fortalecedoras de las paredes de las venas. Además, es rico en bioflavonoides y
vitamina P. Una infusión realizada a partir de una cucharadita de arándanos
secos en una taza de agua es una solución eficaz contra las varices. Consumir
dos tazas por día.
Caléndula: la
caléndula mejora el tono de las venas y las hace menos susceptibles a la
degeneración debido al paso del tiempo. Es anti-inflamatoria, repara tejidos
dañados, alivia el dolor de varices y reduce la hinchazón. El uso prolongado de
la caléndula hace que las varices desaparezcan completamente. Para formar una
crema natural a base de caléndula, es necesario tomar sus pétalos y lavarlos.
Luego, molerlos hasta obtener una pasta. Aplicar la pasta sobre las varices a
la noche, antes de ir a dormir. A la mañana siguiente, enjuagar. Repetir el
procedimiento hasta que las varices desaparezcan por completo.
Ciprés: el ciprés se utiliza
para el tratamiento de enfermedades del aparato circulatorio que implican la
inflamación de las venas. Este tipo de anomalías causan dolores en las piernas,
pero gracias a un remedio casero para las varices hecho a base de ciprés las
molestias desaparecerán. Cocer dos cucharadas de hojas secas de ciprés en un
litro de agua durante 10 minutos. Colar y dejar enfriar. Tomar 7 cucharadas
diarias. Esta preparación también se puede aplicar por vía externa sobre las
varices con la ayuda de un algodón.
Corteza de pino: la
corteza de pino posee antioxidantes que mejoran la circulación sanguínea y
reparan los tejidos. Además, su consumo fortalece las paredes de las venas y
alivia la hinchazón. El extracto de corteza de pino se adhiere al colágeno
presente en las paredes de las venas y hace que los capilares se vuelvan más
fuertes y elásticos. Al lograr esto, mejora la circulación y reduce la presión
sanguínea. Además, posee propiedades anti-inflamatorias que reducen la
inflamación crónica. Ingiere el extracto de corteza de pino en forma de
suplementos todos los días, de 50 a 100 mg en cada ingesta, tres veces por día.
Hammamelis: las
propiedades astringentes de esta hierba actúan sobre el sistema circulatorio y
desinflaman y alivian la pesadez producida por las varices. Se puede utilizar
hammamelis tanto por vía externa como por vía interna. Por vía interna se debe
agregar una cucharadita de hojas secas de hammamelis a una taza de agua
hirviendo. Dejar reposar cinco minutos y tomar dos tazas al día. Por vía
externa, se puede aplicar agua de hammamelis directamente sobre las varices con
un algodón.
Jengibre: Coloca en un recipiente,
preferentemente de vidrio, una taza de agua hirviendo. Agrégale raíz de
jengibre rallada, si es fresca será muchísimo mejor. Este remedio es
realmente bueno para usar como infusión, y debes tomarlo todos los días.
Cola de caballo: Coloca
dos cucharadas de cola de caballo (es una planta, no vayas a confundirte con
otra cosa) en una taza de agua recién hervida, y déjalo reposar. Al igual que
el anterior, debes tomarlo todos los días, solamente una taza. La bebida debe
estar fría.
Sabila, zanahoria y vinagre de manzana: Mezcla en un recipiente cristal de sábila, ralladura
de zanahoria y un poco de vinagre de manzana hasta obtener una pasta que
utilizarás como mascarilla. Aplícalo en compresas sobre la pierna y deja actuar
unos 15 minutos o más, si es posible.
En el caso de que la
preparación anterior no resulte homogénea en el primer intento, puedes utilizar
un procesador de alimentos o una licuadora para que quede una mascarilla bien
suave y sencilla de aplicar. La cantidad de vinagre puede ser generosa
dependiendo de la cantidad de mascarilla que se vaya a preparar. Eso sí, debe
quedar con una consistencia cremosa.
Sabiendo todo lo anterior,
podemos enumerar una serie de medidas que evitarán o retrasarán su aparición.
Cómo prevenir las varices
El principal consejo, que ya
hemos comentado para prevenir otros muchos problemas de salud, es llevar
una vida saludable: realizar ejercicio regularmente, una dieta equilibrada
con pocas grasas, controlar la hipertensión y evitar el sobrepeso y el tabaco.
Si empezamos a notar los
primeros síntomas podemos retrasar su avance y evitar complicaciones si:
– Eliminamos de nuestro
armario prendas y calzado demasiado ajustado.
– Usamos medias de
compresión.
– Evitamos estar expuestos a
fuentes de calor como calefactores o mantas eléctricas.
– Caminamos a diario.
– Realizarnos masajes en las
piernas y mantenerlas elevadas cuando estemos en reposo.
En cualquier caso, la
principal recomendación cuando empezamos a notar los primeros signos es
consultar con nuestro médico para que nos indique cuáles son los
diferentes tratamientos (quirúrgicos, con láser, escleroterapia…) que existen y
cuál es el mejor que se adecua a nuestra situación. Muchas de estas técnicas no
suponen ingreso hospitalario y su recuperación es rápida, así que no dudéis en
acudir a un profesional para evitar complicaciones.